viernes, 16 de noviembre de 2007

me enamoré de un poli o algo parecido

Si os pensabais que esto va de una paja mental sobre el amor a primera vista, creo que os confundis, o no, o yo qué sé?

Es cierto, lo debo reconocer, esta mañana he tomado María de Molina, o más bien el túnel que pasa justo por debajo, y allí estaba él, el señor Poli, o también llamado "agente de movilidad" con su pito en la boca y su trajecito azul y amarillo. No sé muy bien porque, pero lo cierto es que sí, me he quedado prendado por Él.

Si sigo siendo sincero, esta mañana me he propuesto escribir algo para mi único lector, yo mismo. Y nada tenía que ver con lo del señor agente, lo que pasa que un título así tiene mucho más gancho y con algo de suerte, algún incauto salido habrá empezado a leer algo. Tranquilos, este mensaje, esta reflexión, como la anterior y las siguientes estará vacía, no dudarlo... ¡coñe!

Esta mañana me he visto, a eso de las once de la mañana -hora de comer en otros lares-. Pues eso, esta mañana me he visto sentado, recostado, a las once de la mañana en la cama de mis padres y ya lo tenía claro: Hoy tampoco haré nada en mi vida.

Bueno, la reflexión que me ha traido al blog es una idea muy leida y no por ello menos aburrida, la vida no es lineal si no circular, empezamos y terminamos y pasamos siempre por los mismos puntos infinidad de veces. Siempre me ha parecido una reflexión un tanto maniaco-depresiva, pero no por ello menos cierta. Según como yo veo la vida, es un déjá-vu constante; y así, siguiendo con el ejemplo de esta mañana: ¿cuántas veces me he visto en esas misma posición y he tenido el mismo pensamiento?

Siguiendo por esta línea ¿cuántas veces he estado tan depre que he pensando que jamás volvería a sonreir? ¿cuántas veces me he planteado mi vida y la necesidad de dar giros existenciales? ¿cuántas veces me he dado un paseo y he pensado que la vida es maravillosa? ¿cuántas veces me he mirado al espejo y he sentido un impulso natural, una arcada? ¿cuántas veces me he mirado y he pensado, hoy tienes cara guapa, o interesante al menos?

Lo que hace el aburrimiento, estoy seguro de que, si ahora mismo tuviese un trabajo, pensaría en otras gilipollleces, diría, una y otra vez necesito unas vacaciones, odio ser como los demás. odio pensar en mi vida como algo estable y monótono.

Ahora, ni soy capaz de disfrutar de la inactividad, ni soy cápaz de leer, ni de hacer ejercicio, ni de tener muchísimo ocio como quiero, ni de recuperar viejas actividades y amistades, ni tan siquiera de viajar, ni tan siquiera, hago lo único que es mi "obligación", lamentable.

Siguienda con mi penúltima reflexión,¿cuántas veces volveré a estar así de asqueado conmigo mismo?

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